Organización TV Ejercicio de Impro II
La improvisación teatral es una disciplina escénica que puede ser utilizada para la creación de una obra de teatro o de una parte de la misma a través de la improvisación de los actores. Al no poder ensayar el guion antes, los actores deben tener una gran capacidad imaginativa, ya que deben llevar a cabo diálogos de manera espontánea.
¿De dónde viene la Improvisación Escénica?
Los orígenes de este género se remontan al periodo entre 1500 y 1700 en Italia, donde los artistas de un tipo de teatro popular llamado Commedia dell’arte realizaban espectáculos en plena calle. En estos se mezclaba la mímica, las máscaras e, incluso, las acrobacias. Hacia 1890, Konstantin Stanislavski utilizó ampliamente la improvisación para las audiciones y entrenamientos. La improvisación teatral moderna proviene de los juegos teatrales llevados a cabo por Viola Spolin y Keith Johnstone entre los años 1940 y 1950.
Viola Spolin es otra de las figuras académicas teatrales estadounidenses más reconocidas del siglo XX, contribuyendo a crear técnicas de dirección para ayudar a los actores a centrarse en el momento presente y a descubrir opciones de manera improvisada, como en la vida real. Estos ejercicios de actuación a los que más tarde llamó «juegos de teatro» formaron el primer cuerpo de trabajo con el que otros directores y actores engendraron el teatro de improvisación.
5 Tips y consejos para mejorar la improvisación teatral
A lo largo del tiempo, hemos conseguido recopilar las mejores pautas a seguir para ayudar en la creación de juegos de improvisación teatral:
Crear un grupo: Trabajar en equipo para una interpretación teatral es un must para llevar la interpretación a buen puerto. Busca oportunidades para alimentar la historia, crea junto con tus compañeros nombres, caracterización de los personajes, una ubicación o actividad para cada personaje. Esto, ayuda a que cada uno de los participantes se involucre en la actividad.
Acción-reacción: Escucha y conecta con tus compañeros. Partiendo de la base de que el guion no está escrito, tienes que estar muy atento a todo lo que pasa a tu alrededor. Has de observar y escuchar todo lo que dicen tus compañeros para poder seguir el hilo.
Di que sí: Borra la palabra NO de tu mente. En la improvisación todo es posible, por lo que si alguien del grupo dice o hace algo siempre se ha de acatar como posible, correcto y veraz. Piensa que todo lo que diga o haga otro integrante del grupo ha sido visto por el público, por lo que tu misión ahí es encajarlo en la historia.
“SI, y…”: Esta regla va muy ligada a la anterior. No solo tienes que aceptar todo lo que digan o hagan tus compañeros, si no que debes añadir alguna nueva idea al respecto. Esta y no otra, es la clave para que la improvisación crezca y de buenos resultados.
Tú eres la herramienta principal: Un error muy común en el teatro, es que solo prestemos atención a lo que decimos y nos olvidamos completamente de que nuestro cuerpo es la herramienta principal que le puede dar vida a esa “simple voz”. Juega con las capacidades de tu voz a tu antojo, una voz grave, una voz suave o tímida puede ayudar a tus espectadores y transportarles a la situación que quieres interpretar. Lo mismo pasa con el cuerpo, trata de integrarlo para moverte y expresarte, si lo haces, y combinas estos dos aspectos, habrás conseguido meterte al 100% en tu personaje.
